Suárez se sentía maltratado por la prensa y se lo dijo a Josefina Martínez del Álamo en la entrevista que no se publicó:
-Desde luego, el 80 por ciento de lo que se escribe de mí no responde a la realidad… ¿Y qué voy a hacer? ¿Usted sabe lo que supone pasarse el día rectificando?
Recordó, además, la dependencia de los medios de distintos grupos de presión:
-Los periodistas se han convertido en correas de transmisión de los intereses de grupos determinados. Hay excepciones, desde luego. Pero, por desgracia, esa es la tónica general.
Y las carencias de los profesionales de la información:
– He hablado de Autonomías con un grupo de periodistas. Y les he dicho: ¿Ustedes se dan cuenta de que han desprestigiado totalmente el estatuto gallego? Les pregunto: ¿Lo ha leído alguno de ustedes? Y no… ¿Y han leído ustedes el título octavo de la Constitución?… Y no.
Suárez concluía:
–¡Y así me va!…Así me va… Soy un hombre absolutamente desprestigiado. He sufrido una enorme erosión.
Era cierto. En 1980 tenía en contra toda la prensa de Madrid. El País, Diario 16, ABC y Ya creían que estaba “quemado” y debería dimitir; El Alcázar e El Imparcial, lo responsabilizaban de los excesos y consiguiente fracaso de la experiencia democrática.
Suárez sentíase maltratado pola prensa e díxollo a Josefina Martínez del Álamo na entrevista que non se publicou:
-Desde luego, el 80 por ciento de lo que se escribe de mí no responde a la realidad… ¿Y qué voy a hacer? ¿Usted sabe lo que supone pasarse el día rectificando?
Recordou, ademais, a dependencia dos medios de distintos grupos de presión: -Los periodistas se han convertido en correas de transmisión de los intereses de grupos determinados. Hay excepciones, desde luego. Pero, por desgracia, esa es la tónica general.
E as carencias dos profesionais da información: – He hablado de Autonomías con un grupo de periodistas. Y les he dicho: ¿Ustedes se dan cuenta de que han desprestigiado totalmente el estatuto gallego? Les pregunto: ¿Lo ha leído alguno de ustedes? Y no… ¿Y han leído ustedes el título octavo de la Constitución?… Y no.
Suárez concluía: –¡Y así me va!…Así me va… Soy un hombre absolutamente desprestigiado. He sufrido una enorme erosión.
Era certo. En 1980 tiña en contra toda a prensa de Madrid. El País, Diario 16, ABC e Ya crían que estaba “queimado” e debía dimitir; El Alcázar e El Imparcial, responsabilizábano dos excesos e do fracaso da experiencia democrática.