El claustro del instituto Rafael Puga Ramón de A Coruña me invitó a dar la lección inaugural del curso académico, y yo, sintiéndome honrado y agradecido, quise corresponder disertando sobre un tema ameno, que divirtiese por igual a profesores y alumnos. Hablé del humor en Galicia, de las distintas formas de humor, de la retranca como artificio defensivo en situaciones conflictivas; y puse ejemplos de cada caso, que fueron celebrados con risas del auditorio, y con sonrisas y una pizca de emoción cuando traté del “humorismo” de Cervantes, de Castelao y también del mío.
Dejé para el final la explicación de lo que es una caricatura y en qué consiste el arte del caricaturista; y después, en grandes cartones dispuestos en un caballete, dibujé las de algunos personajes conocidos, y terminé haciendo la de una profesora y de un alumno que se ofrecieron como modelos. Como esperaba, la charla resultó agradable para todos, y para la chavalería, una grata sorpresa. Pero nada comparada con la enorme y gratísima sorpresa que esta experiencia supuso para mí. Primero por el montaje con reproducciones de mi obra en paneles de grandes dimensiones, de vinilo, por temas; además de una banderola con mi currículum, y un vídeo con mis dibujos y pinturas, pasando ininterrumpidamente en dos pantallas. Después, por la actitud de los alumnos, respectuosísimos en todo momento; y la cordialísima acogida de todos los profesores. Fernanda Sández, la directora, quería hacerlo todo a mis espaldas para sorprenderme. No pudo porque hubo de recurrir a mí, para obtener las imágenes con la necesaria resolución, pero me sorprendió igualmente, porque era imposible que yo esperase nada semejante. Salí matinando en lo que puede conseguir un profesorado comprometido. A ningún docente le pagan para hacer esto, pero lo hicieron, y los alumnos los vieron y recibieron una estupenda lección fuera de las aulas. El instituto Rafael Puga Ramón está en un barrio coruñés, pero podría estar en Oxford. Lo saben en la Diputación, y por eso el curso fue oficialmente inaugurado por la vicepresidenta Mariel Padín. A todos mi sincera gratitud.
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O claustro do instituto Rafael Puga Ramón de A Coruña invitoume a dar a lección inaugural do curso académico, e eu, sentíndome honrado e agradecido, quixen corresponder disertando sobre un tema ameno, que divertise por igual a profesores e alumnos. Falei do humor en Galicia, das distintas formas do humor, da retranca como artificio defensivo en situacións conflictivas; e puxen exemplos de cada caso, que foron celebrados con risas do auditorio, e con sorrisos e un chisco de emoción cando tratei do “humorismo” de Cervantes, de Castelao e tamén do meu.
Deixei para o final a explicación do que é unha caricatura e en que consiste a arte do caricaturista; e despois, en grandes cartóns dispostos nun cabalete, debuxei as dalgúns personaxes coñecidos, e rematei facendo a dunha profesora e dun aluno que se ofreceron como modelos.
Como esperaba, a charla resultou agradable para todos, e para os rapaces, unha grata sorpresa. Pero nada comparada coa enorme e gratísima sorpresa que esta experiencia supuxo para min. Primeiro pola montaxe de reproducións da miña obra, en paneis de grandes dimensións, de vinilo, por temas; ademais dunha bandeirola co meu currículum, e un vídeo cos meus debuxos e pinturas, pasando ininterrompidamente en dúas pantallas. Despois, pola actitude dos alumnos, respectuosísimos en todo momento; e a cordialísima acollida de todos os profesores.
Fernanda Sández, a directora, quería facelo, sen contar comigo, para sorprenderme. Non puido porque tivo que recurrir a min, para obter as imaxes coa necesaria resolución, pero sorprendeume igualmente, porque era imposible que eu esperase nada semellante.
Saín matinando no que pode conseguir un profesorado comprometido. A ningún ensinante lle pagan para facer esto, pero fixérono, e os alumnos víronos e recibiron unha estupenda lección fóra das aulas. O instituto Rafael Puga Ramón está nun barrio coruñés, pero podería estar en Oxford. Sábeno na Deputación, e por eso o curso foi oficialmente inaugurado pola vicepresidenta Mariel Padín.
A todos grazas, moitísimas grazas.
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Gracias Siro por tus palabras que nos sirven de apoyo en un momento en que la enseñanza y el profesorado no tienen un gran apoyo social.
Somos nosotros los que estamos en deuda contigo por todo lo que nos enseñaste ese dia. Ha sido un momento divertido y emocionante que espero que los alumnos recuerden toda su vida