Suárez no quiso o no supo capitanear la UCD hasta que descubrió que era un barco a la deriva, con barones enfrentados entre sí y que llegaron a cuestionar su liderazgo. En busca de una pacificación imposible hizo cambios en el goberno en mayo de 1980, pero en julio los barones se reunieron con él en una finca de Manzanares el Real –bautizada por la prensa como “La casa de la pradera”, en alusión a una popular serie de televisión-, en un encuentro que el ministro Arias Salgado calificó de irresponsable conspiración contra el líder.
Suárez non quixo ou non soubo capitanear a UCD ata que se decatou de que era un barco á deriva, con baróns enfrontados entre si e que chegaron a cuestionar o seu liderado. En procura dunha pacificación imposible trocou o goberno en maio de 1980, pero en xullo os baróns reuníronse con el nunha finca en Manzanares el Real –bautizada pola prensa como “La casa de la pradera”, en alusión a unha popular serie de televisión-, nun encontro que o ministro Arias Salgado calificou de irresponsable conspiración contra o líder.
Suárez volvió a cambiar el gobierno el 8 de setiembre para hacer un nuevo reparto de poder, y el 19 quiso contar con el apoyo del partido presentando una Moción de Confianza a la cámara para llevar adelante un plan de austeridad económica y de política autonómica. El partido lo apoyó, pero Herrero de Miñón publicó en El País un artículo demoledor, titulado “Sí pero…”, en el que dicía: “sí a la decisión de gobernar de una vez”; “no al caudillaje arbitrario que pretende ocultar la irremisible pérdida del liderazgo político en el partido, en el Parlamento y en el Estado”.
Días después se impuso por amplísima mayoría al candidato de Suárez en la elección del jefe del grupo parlamentario de UCD. La rebelión era imparable.
Suárez volveu cambiar o goberno o 8 de setembro para facer un novo reparto de poder, e o 19 quixo contar co apoio do partido presentando unha Moción de Confianza á cámara para levar adiante un plan de austeridade económica e de política autonómica. O partido apoiouno, pero Herrero de Miñón publicou en El País un artigo demoledor, titulado “Sí pero…”, no que dicía: “sí a la decisión de gobernar de una vez”; “no al caudillaje arbitrario que pretende ocultar la irremisible pérdida del liderazgo político en el partido, en el Parlamento y en el Estado”.
Días despois impúxose por amplísima maioría ao candidato de Suárez na elección do xefe do grupo parlamentario de UCD. A rebelión era imparable.
