Desde la reunión con el Rey en Baqueira, Suárez sabía que perdiera su confianza. El encuentro no había resultado cómodo para ninguno de los dos porque el Rey le pidió, una vez más, que Armada volviese a Madrid y el presidente, una vez más, se había negado.
El día 26 Suárez reunió a los componentes del “sanedrín” de la UCD -Cabanillas, Ordóñez, Martín Villa, Pérez Llorca, Calvo Ortega, Arias Salgado y Calvo Sotelo- y les comunicó su inminente dimisión. Lo hizo con serenidad, reconociendo los errores cometidos, las dificultades de gobernar con la crisis económica, carecer de fuerzas para seguir, sentirse dolido por ser el centro de tantos ataques y tanto odio, y no querer que los hijos viesen en él un hombre aferrado al poder.
Uno de los presentes le comentó al periodista José Oneto que después de aquella intervención todos estarían dispuestos a firmarle un cheque en blanco para que presidiese el partido por tiempo indefinido; pero al día siguiente Suárez fue temprano a la Zarzuela para hablar con Sabino antes de almorzar con el Rey y lo informó de que venía a presentar la dimisión. Quería que el Secretario de la Casa Real y los miembros del Sanedrín supiesen que dimitía por propia voluntad, y así lo manifestó en el discurso televisado el mismo día:
-“Me voy sin que nadie me lo haya pedido”.
Desde a reunión co Rei en Baqueira, Suárez sabía que perdera a súa confianza. O encontro non fora cómodo para ningún porque o Rei lle pediu, unha vez máis, que Armada volvese a Madrid e o presidente, unha vez máis, negouse.
O día 26 Suárez reuniu aos compoñentes do “sanedrín” da UCD -Cabanillas, Ordóñez, Martín Villa, Pérez Llorca, Calvo Ortega, Arias Salgado e Calvo Sotelo- e comunicoulles a súa inminente dimisión. Fíxoo sereo, recoñecendo os erros cometidos, as dificultades de gobernar coa crise económica, carecer de forzas para seguir, sentirse doído por ser o centro de tantos ataques e tanto odio, e non querer que os fillos visen nel un home aferrado ao poder.
Un dos presentes comentoulle ao xornalista José Oneto que despois daquela intervención todos estarían dispostos a asinarlle un cheque en branco para que presidise o partido por tempo indefinido; pero o día seguinte Suárez foi cedo á Zarzuela para falar con Sabino antes de xantar co Rei e informouno de que viña presentar a dimisión. Quería que o Secretario da Casa Real e os membros do Sanedrín soubesen que dimitía por propia vontade, e así o salientou no discurso televisado o mesmo día:
-“Me voy sin que nadie me lo haya pedido”.