En febrero Tarradellas estuvo con Armada en Lérida y le comentó a un dirigente nacionalista catalán: “¡Este hombre está lanzado! Me preocupa”.
Eufórico lo encontraron también, un mes antes, los generales Sáenz de Tejada y Pardo de Santayana, cuando los invitó a su casa de Madrid para darles dos noticias: tendría que adelantar el regreso a Lérida porque el Rey quería verlo en Baqueira, y el general Gabeiras iba a proponerlo para segundo jefe del Estado Mayor.
Después les preguntó cómo estaban de moral las unidades de Madrid y al responderle que había crispación pero no pensaban que pudiese pasar nada grave, se sintió molesto y discutió con Sáenz de Tejada hasta el punto de que la reunión terminó con la perplejidad y el disgusto de los visitantes.
Que Armada informaba al Rey cargando las tintas de la situación en los cuarteles lo sabía Gutiérrez Mellado, que riñó con él cuando, ya en la subjefatura del Estado Mayor, acudió a visitarlo por orden del Rey. Pero Armada pensaba que la vuelta a Madrid suponía también la aceptación real de la “operación Armada”, de ahí que al preguntarle Francisco Medina si el Rey contaba con él para presidir un gobierno de salvación, respondió: “Eso está contestado. El Rey quería traerme a Madrid”.
En febrero Tarradellas estivo con Armada en Lérida e comentoulle a un dirixente nacionalista catalán: “¡Este hombre está lanzado! Me preocupa”.
Eufórico atopárano tamén, un mes antes, os xenerais Sáenz de Tejada e Pardo de Santayana, cando os invitou á súa casa de Madrid para darlles dúas noticias: tiña que adiantar a volta a Lérida porque o Rei quería velo en Baqueira, e o xeneral Gabeiras ía propoñelo para segundo xefe do Estado Maior.