En los primeros meses Calvo Sotelo consiguió elevar el nivel de aceptación de la UCD del 26%, que tenía con Suárez, a un esperanzador 40%. Las derrotas electorales en Galicia y Andalucía cambiaron el signo de la tendencia y la aceptación de la opinión pública volvió a bajar. Además la imagen de Calvo Sotelo se fue percibiendo como la de un hombre a la derecha de Suárez, sobre todo cuando en octubre de 1981 forzó la dimisión del director general de RTV, Fernando Castedo, y lo sustituyó por Carlos Robles Piquer. Lo cierto es que Rodríguez Sahagún llevaba tiempo pidiéndole el cese de Castedo, a quien acusaba de favorecer al PSOE y de poner en la dirección de RNE a Eduardo Sotillos, militante de este partido. La elección de Robles Piquer fue desafortunada y en julio de 1982, sólo nueve meses después de la designación, el presidente del Gobierno le pidió la dimisión. Días antes había tenido que comparecer ante una comisión del Congreso por la emisión del programa El golpe a la turca, que algunos entendieron como apología del terrorismo.
Las diferencias de criterio respecto a las leyes del divorcio, de las televisiones privadas y de la autonomía universitaria provocaron deserciones en la UCD, que pasó de 168 deputados a 151. Calvo Sotelo convocó elecciones.