Hace muchos años que admiro a Xosé María Cao Luaces, el gran dibujante gallego que después de una amplísima y extraordinaria colaboración en distintas publicaciones bonaerenses, a finales del XIX y comienzos del XX, fue reconocido como “patriarca de la caricatura argentina”. Hay que tener en cuenta que en la Argentina abundaban los profesionales del humor gráfico, llegados de toda Europa; muchos de ellos con enorme talento.
De Xosé María Cao teníamos en Galicia escaso conocimiento. Por los comentarios de Alberto Vilanova, Francisco Lanza y Luis Seoane sabíamos que era de Cervo y que emigrara a Buenos Aires con 25 años; que triunfara artísticamente y que como director da revista Caras y Caretas alcanzara prestigio internacional. Y poco más.
En el año 1992, después de adquirir un número importante de publicaciones en la había colaborado Xosé María Cao, escribí la biografía más amplia y documentada hasta aquel momento, que la Diputación de Lugo editó en 1993, con el título O caricaturista Xosé María Cao. Se trata de una edición cuidadísima, digna de la categoría del biografiado. Después, la consellería de Educación haría otra más sencilla para llevarla a los colegios y bibliotecas de Galicia.
Aun volví a tratar de Xosé María Cao en la única obra de teatro que escribí, la titulada Hai que confiar na esperanza, que obtuvo en el 2004 el Premio Álvaro Cunqueiro, en la que Cao es protagonista.
Fue entonces cuando el investigador argentino Julio Mauricio Neveleff, que trabajaba en una biografía de Cao, contactó conmigo para intercambiar información y opiniones, en una relación epistolar a través del correo electrónico, durante varios años. Neveleff es hoy el gran biógrafo de Cao, y el Club de Prensa de Ferrol lo invitó a participar en el Curso Gurmández del año 2014, que trató de Humor e ideoloxía en tempos convulsos. Además de la conferencia en la que Neveleff trató aspectos de la vida de Cao, absolutamente desconocidos, el Club de Prensa montó una exposición de 39 paneles de grandes dimensiones, con las reproducciones de otras tantas obras de Cao, unas de humor gráfico, otras con caricaturas.
Sin embargo Xosé María Cao sigue siendo un desconocido en Galicia y ese absurdo lo tenemos que arreglar cuanto antes. El Club de Prensa de Ferrol cedió la exposición de Cao al Museo do Humor de Fene en el mes de setiembre, y yo di una conferencia sobre la vida y la obra de este artista gallego, que después de pasar la mayor parte de su vida en Buenos Aires, no dejó de sentirse gallego y de ejercer de gallego. En el año 2016 la exposición itinerará por distintas ciudades gallegas y hablaremos de Cao, de su obra y de su vida de hombre idealista, de recia conciencia ética.
Tenemos que conseguir que Xosé María Cao Luaces sea tan conocido en Galicia como el mismísimo Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, discípulo suyo, por cierto, aunque indirectamente.
Ved y admirad algunas viñetas de Cao. Seguro que pensaréis, como yo, que no puede seguir siendo ignorado en su tierra.