Imágenes de la Transición: Golpe de timón en la UCD Imáxes dá Transición: Golpe de timón na UCD

imágenes de la transición
Jordi Pujol, Miquel Roca y Martín Villa

Puede que no faltasen razones a los críticos para querer apartar a Suárez de la presidencia del Gobierno. Durante meses dejara las responsabilidades a Abril Martorell y ahora ya no lo tenía a su lado. Lo reconoció en una entrevista concedida a la periodista Josefina Martínez del Álamo en julio de 1980, que los asesores vetarían por exceso de sinceridad: Lo que ocurrió es que hice una delegación de poder y durante siete u ocho meses, en algunos aspectos, no he tenido los hilos de la información (…) fundamentalmente en el Parlamento. Ahora, los estoy recuperando a marchas forzadas. Reconozco que he cometido un error grave que quiero corregir… Que no sé si seré capaz de corregir… Bueno, ¡estoy seguro que lo corregiré! Tal vez tengo excesiva confianza en mí mismo. Y eso no es bueno…”

No le dieron tiempo. Después de la destrucción de la imagen que a través de la prensa habían hecho Landelino Lavilla, Herrero de Miñón y otros críticos, Suárez tendría que dimitir. Pujol cuenta en sus memorias que Martín Villa lo visitó para decirle, en presencia de Roca, que el Gobierno haría política autonómica con mentalidad restrictiva. Y añadió: “Solamente hay un obstáculo, que es el presidente Suárez. Pero esto se va a resolver”.

El golpe de timón estaba en marcha.

imágenes de la transición
Jordi Pujol, Miquel Roca y Martín Villa

Pode que non faltasen razóns aos críticos para querer quitar a Suárez da presidencia do Goberno. Durante meses deixara as responsabilidades a Abril Martorell e agora xa non o tiña ao seu lado. Recoñeceuno nunha entrevista concedida á xornalista Josefina Martínez del Álamo en xullo de 1980, que os asesores vetarían por exceso de sinceridade: Lo que ocurrió es que hice una delegación de poder y durante siete u ocho meses, en algunos aspectos, no he tenido los hilos de la información (…) fundamentalmente en el Parlamento. Ahora, los estoy recuperando a marchas forzadas. Reconozco que he cometido un error grave que quiero corregir… Que no sé si seré capaz de corregir… Bueno, ¡estoy seguro que lo corregiré! Tal vez tengo excesiva confianza en mí mismo. Y eso no es bueno…”

Non lle deron tempo. Despois da destrución da imaxe que a través da prensa fixeran Landelino Lavilla, Herrero de Miñón e outros críticos, Suárez tería que dimitir. Pujol conta nas memorias que Martín Villa o visitou para dicirlle, en presenza de Roca, que o Goberno faría política autonómica con mentalidade restrictiva. E engadiu: “Solamente hay un obstáculo, que es el presidente Suárez. Pero esto se va a resolver”.

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